LA AVENTURA CONTINÚA EN...

sábado, 26 de septiembre de 2009

Mala Praxis c01: La Melancolía de Maruja Salamina II

Esta historia es ficticia. No está inspirada en personajes, organizaciones ni hechos reales. Cualquier parecido con la realidad es pura casualidad... lo juro... tuturuturu...

Capítulo 1: La Melancolía de Maruja Salamina II

Una duda me invadió antes de dejar el despacho médico. ¿Dónde puñetas estaba todo el mundo? Al fin y al cabo, sólo estábamos el Dr. Macías y yo.

—Rodri, sé que puede sonar estúpido pero, ¿dónde están los demás?

—¿No lo sabe doctor? —Preguntó asombrado.

—Si lo supiera, no te lo preguntaría. —Le respondí sarcásticamente mientras pensaba lo mucho que odiaba ese tipo de preguntas. —¿Dónde está Albariña?

—A ver, la Dra. Touriño está saliente de guardia, el Jefe Serrano está…

—No, al Dr. Serrano déjale estar dónde quiera que esté. —Dije mientras un escalofrío me recorría la espalda. —Prefiero no saberlo. ¿Dónde están mis amados estudiantes?

—¿Amados…? Esto… Jesús está haciendo en la Facultad su examen final de Farmacología y…

—A ver si a la quinta va la vencida. —Jesús es uno de mis estudiantes preferidos, porque es un friki como yo. De hecho le he convertido en mi aprendiz padawan. —Desde que ha repetido curso, le veo más animado y sus notas han mejorado considerablemente.

—…Zéctor está arreglando unos papeles en la oficia Erasmus. Pero ya le dijo que no iba a venir, porque parece que en esa oficina le tienen manía a los polacos.

—¿Y el dúo dinámico?

—¿Se refiere a Soraya y Dolores? —Dijo Rodrigo extrañado.

—Las mismas.

—Pues lo de siempre. Supongo que haciendo novillos.

—¿¡Otra vez!? —Exclamé con enfado. —Parece mentira que unas chicas tan pijillas y peperas como ellas, se fumen tantas prácticas. Si no fuera porque sus padres no paran de hacer donaciones al hospital… aunque a este paso, y con esas hijas, van a terminar arruinándose…


Arreglado el problema de las ausencias, ambos nos dirigimos a la habitación 41, para hacerle las preguntas de rigor y la exploración física pertinente, a nuestra nueva paciente. Sigo preguntándomelo, pero no consigo saber de dónde me suena el nombrecito de la muchacha.

Las habitaciones del hospital no eran muy grandes, lo justo para que entraran dos camas, a excepción de las preparadas para aislamiento, que eran un poco más pequeñas. Sin embargo, al entrar me llevé una sorpresa, ya que una de las camas no estaba, y no se había planeado ninguna prueba especial para todo el día.

Así que le pregunté a la enfermera que nos acompañaba.

—Sonia, ¿por qué falta una cama en esta habitación?

—Digamos que ha pedido el traslado de planta. —Contestó Sonia mientras miraba a otro lado.

Me abrí paso sorteando el borde de la cama y saludé a la paciente en cuestión.

—Buenos días, soy el Dr. Salcedo y me han encargado tu caso.

—Hola. —Contestó ella escuetamente.

Se trataba de una chica bastante guapa, con un pelo moreno no muy largo recogido con un cinta amarilla. Sus ojos castaños reflejaban un descaro muy usual en los jóvenes de hoy en día, pero algo me decía, que no era como los demás.

—Ah, y éste es el Dr. Macías. Él me acompañará en el reconocimiento. —Agregué sonriente.

—Vale, hola. —Respondió mirando a la ventana.

La verdad es que la chica no parecía ser muy habladora, y se le notaba cierto aire melancólico. Estoy acostumbrado a este tipo de comportamiento en personas ancianas, pero no en adolescentes.

—Esto, vamos a empezar con unas preguntitas si te parece bien. —Dije con cierto nerviosismo. —Comencemos por tus datos personales.

—¿Acaso eres tonto? ¿Eso no lo pone ya en mi expediente? —Su semblante cambió de repente. Ahora estaba a la defensiva.

—Ya, pero se lo tenemos que preguntar a todo el mundo. De este modo podemos conocer el estado metal del paciente.

—¿Estás sugiriendo que estoy loca? —Preguntó con enfado.

La cagué. Le he soltado lo único que no debía, y más si me la mandan de psiquiatría. Es un error de principiante, pero no estoy acostumbrado a tratar con pacientes tan jóvenes. No me queda más remedio que dejárselo a él.

—Dr. Macías, prosiga por favor. —Le dije mientras me miraba con una profunda cara de odio a la vez que de terror.

—Pero Doctor, yo… no… —Rodrigo temblaba.

—No me repliques Rodri, ya va siendo hora de que empieces a tratar a los pacientes tú solo. —Le susurré a Rodrigo mientras la chica observaba silenciosamente.

—¿Bueno, qué? ¿Vais a hacer algo o seguiréis cotorreando como dos amas de casa?

Me temo que esta chica va a ser un hueso duro de roer. Ahora sé porqué su compañero de habitación pidió el traslado. Pero Rodrigo debe de aprender a afrontar situaciones difíciles como un verdadero médico. Y también debe aprender a comerse los marrones de sus superiores…

—A ver, esto… Maruja. ¿Tienes 17 años, no?

—Sí, eso pone en mi DNI.

—Y… y… —Rodrigo agarraba el informe como si lo estuviera estrangulando. —¿Por qué estás aquí?

—No es evidente, porque ME han mandado aquí.

—No, me refiero a por qué ingresaste en urgencias. —Dijo Rodrigo un poco más calmado. —En el informe pone que entraste aquejada de un fuerte ataque de ansiedad, pero no sé los motivos. ¿Podrías explicármelos?

—Ah, eso. —Parece que Maruja también se tranquilizó. —Es una historia bastante larga, pero la resumiré en pocas palabras. Desde hace algún tiempo, tengo la sensación de qué puedo controlar todo lo que me rodea. No sé… es como si tuviera poderes, pero no puedo controlarlos cuando me plazca.

Mi mente se iluminó. Lo que había dicho Maruja también lo había oído en algún lugar, al igual que su nombre. Lo tenía en la punta de la lengua…

—Dr. Macías, podemos hablar un momento en privado.

—Por supuesto.

—Esta chica está como una cabra. La devolvemos a psiquiatría.

…pero no conseguía recordarlo.

—Pero Doctor, ¿no sería mejor que antes le hagamos una historia clínica?

La idea de Rodrigo me intrigaba, aún era pronto para tirar la toalla. A lo mejor recordaba algo mientras le hacíamos preguntas.

—Vale, tienes razón. Pero se la haces tú.

Continuará...


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6 bofetadas:

Astrovago 25 de septiembre de 2009, 21:03  

Me está molando la historia de la Maruja esta. xDDD

Venga, ya estás haciendo el III. :D

Kyô 26 de septiembre de 2009, 10:17  

Muy bueno, mola XD. Hay que ver Maruja qué personajillo... tal como "ella" XD.
A ver qué pasa en los siguientes.
¡Saludos!

Yer 26 de septiembre de 2009, 22:27  

Jajaja madre mia qu idea de olla, lo que aporta Maruja^^

Vircof 26 de septiembre de 2009, 22:30  

¿Zector? Ke original ke eres xD.
Mmmm solo promete una cosa, no hagas un "tratamiento infinito" como cierta cosa que ambos sabemos que tu me contastes porque tu lo has visto y yo aun no pero que me quito la ganas de ver eso que tu vistes y que a Zec.. perdon, a Hector tambien le gusto, si, la segunda temporada de esa serie, como se llamaba?
Bueno, tu me entiendes xD.

Maese Fangorn,  27 de septiembre de 2009, 8:05  

Yo aun no he visto la segunda temporada, solo hasta el capitulo donde le dicen que ya van un porron de veces repetidos... los otros ocho restantes nada de nada.
Zéctor me sigue sonando como si alguien pronunciase mi nombre borracho y podías haberme puesto de otro país donde pegue el nombre (Dinamarca, Lituania, Eslovaquia) lo de que un polaco se dedique a la medicina con lo beatos que son ellos...

T,  27 de septiembre de 2009, 18:24  

Comprendo a Maruja, no es que esté loca, es que esos médicos hacen preguntas estúpidas.

"¿Acaso eres tonto? ¿Eso no lo pone ya en mi expediente?" <-- xD Yo una vez respondí lo mismo.

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